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Al promover la reutilización y el reciclaje, se fomenta un modelo económico más sostenible que puede generar nuevas oportunidades laborales en el sector de la gestión de residuos. El decreto se organiza en once capítulos que abarcan desde la introducción de los aparatos eléctricos y electrónicos en el mercado hasta su recogida y gestión como residuos. Los capítulos iniciales se centran en las obligaciones de los distintos agentes involucrados en el ciclo de vida de los aparatos, mientras que otros capítulos abordan aspectos específicos como la preparación para la reutilización y el tratamiento de los residuos. La coordinación de la gestión de los RAEE recae en las autoridades competentes, que deben trabajar en conjunto a través de la Comisión de Coordinación en materia de residuos. Esta estructura busca garantizar que se cumplan los objetivos establecidos en el decreto y que se implementen las mejores prácticas en la gestión de residuos. En síntesis, un paso crucial hacia una gestión más responsable y sostenible de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en España. Estableciendo un marco normativo claro y promoviendo la responsabilidad de los productores, se contribuye a la protección del medio ambiente y la salud pública, al tiempo que impulsa la economía circular y el empleo verde[2]. Fuente de la información: RD 110/2015.
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[1] Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente «BOE» núm. 45, de 21 de febrero de 2015.
[2] La implementación efectiva de sus disposiciones será fundamental para lograr un futuro más sostenible y minimizar el impacto de los residuos electrónicos en nuestro entorno.