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Y es que, desde antaño, la Humanidad ha intentado buscar estadios personales, privativos o íntimos donde enlazar con nuestro yo más profundo, curar las partes físicas y psíquicas dolidas o maltrechas, y posibilitar un futuro distinto y mejor. Este profundo objetivo es el que posibilita hoy lo que empieza a conocerse como turismo de fortuna o de bienestar donde el destino turístico ofrece la posibilidad de transformar al turista como individuo en continuo cambio o evolución, mediante experiencias que combinan meditación, autoconocimiento, artes marciales, yoga, entornos naturales o culturales, estilos de vida relajantes…Fuente de la imagen: mvc archivo propio