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Los principios en que debería sustentarse la elaboración de un balance social van desde una participación activa de los trabajadores y trabajadoras hasta la disposición de un sistema de valores culturales y sociales de la empresa (salud, seguridad, justicia social, poder, autorrealización, etc.), bajo un patrón universal de referencia. En cuanto a los costes sociales, el balance social aporta información que permite velar porque los recursos humanos sean gestionados con la misma atención y el mismo rigor que los recursos financieros; prevenir la infrautilización del potencial de experiencia, conocimiento, competencia y de innovación de la empresa o detectar los costes sociales excesivos y, sobre todo, los costes ocultos de la empresa, así como prevenir los riesgos sociales.
En relación a los beneficios sociales, para el INSST, los elementos del balance social permitirán el análisis pormenorizado de los diferentes aspectos que determinan los temas clave del contexto social en el que se ubica la empresa y que generarán rendimientos positivos en dicho entorno. Algunos de estos elementos que se benefician del balance social son los trabajadores y trabajadoras, las políticas de empleo y remuneraciones, salud laboral, la organización del trabajo y el desarrollo de los recursos humanos, el medioambiente, los programas de acción social, los inversores, clientes, proveedores o la propia administración pública. Fuente de la imagen: asperjur. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Elf-Moondance en pixabay.
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[1] ANDI -Asociación de Empresarios Andinos. El Manual del Balance Social
ANDI-OIT, 2001.
[2] Parra Luna, F. El balance social de la empresa. Ed. Deusto. 1989.
[3] Chevalier, A. El balance social de la empresa. Fundación Universidad Empresa. 1979.